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Universidad Autónoma Chapingo

Aquí Centros Regionales 74

Jorge Duch Gary, esbozo de una biografía

by | Dic 3, 2024 | Aquí Centros Regionales

Jorge Duch Gary, nació en Mérida, Yucatán el 19 de junio de 1945. Hijo de Néstor Duch Collel e Irene Gary Lucero, fue el tercero de seis hermanos. La familia Duch provenía del pueblo de Rocafort de Queralt, en Cataluña, España y la familia Gary de las Islas Canarias. Estudió la primaria en la Escuela Modelo y la secundaria en la Agustín Vadillo Cicero. Posteriormente ingresó al Instituto Tecnológico de Mérida e inició la carrera de Mecánica, pero en esa época conoció, por sus hermanos mayores, la entonces llamada Escuela Nacional de Agricultura, hoy Universidad Autónoma Chapingo y decidió estudiar la carrera de Ingeniero Agrónomo, en la especialidad de Suelos.

Foto familar, Jorge Duch Gary es el primero a la izquierda de la fila inferior.

Cuando empezó la carrera, su interés por la agronomía era un poco vago. Según él mismo contaba, había comenzado más bien como una afición por explorar el territorio de Yucatán cuando era niño y pertenecía al grupo de boy scouts de Mérida. Fue así como conoció todo el estado, la geografía, la composición del suelo, los cenotes y las grutas. Nunca se imaginó que mucho tiempo después escribiría libros sobre la conformación territorial de Yucatán y se dedicaría a estudiar la agricultura tradicional, la milpa.

Desde su niñez fue un infatigable explorador del territorio yucateco.

El futbol, una de sus más grandes pasiones.

Entró a la ENA que en esa época seguía siendo una escuela militarizada– en 1966; la disciplina militar sin duda lo marcó, aún muy enfermo al final de su vida, lo primero que hacía al levantarse era tender su cama. Los años que pasó en Chapingo como estudiante fueron de los más felices de su vida, aunque al principio estuvo a punto de abandonar la escuela porque como buen yucateco extrañaba Mérida, pero también por la brutalidad de las novatadas que se hacían en esa época, a cuya desaparición contribuyó activamente. Años más tarde, como profesor, siempre aconsejaba a los alumnos de nuevo ingreso que al principio no aguantaban estar lejos de sus casas, que resistieran, pues si se daban de baja iban a experimentar un alivio momentáneo, pero después se arrepentirían el resto de sus vidas.
Después de haber sido un estudiante regular en Mérida, al grado de que estuvo a punto de abandonar la escuela para ser mecánico, en Chapingo se distinguió por su dedicación y sus excelentes calificaciones; recordaba con especial afecto a cada uno de sus maestros y le gustaba contar anécdotas divertidas sobre ellos. Pero sin duda los mejores recuerdos de aquellos tiempos provienen de su paso por el equipo de futbol, donde se distinguió como delantero, realizando hazañas memorables como anotarle goles al equipo de la UNAM en su propia cancha.
Al egresar de Chapingo en 1970, e iniciar su familia, trabajó en diferentes lugares, hasta que finalmente, regresó a su alma mater colaborando con el grupo de académicos, que bajo la dirección de Rubén Valladares, trabajaron en el Centro de Experimentación y Capacitación en Cultivos Tropicales, un paraíso enclavado en la selva tabasqueña, que más adelante se convertiría en el Centro Regional de San José Puyacatengo. Todo esto ocurrió durante los años de transición de la ENA a la Universidad Autónoma Chapingo. Después durante algún tiempo se ausentó de la UACh para laborar en CETENA, que primero fue la Comisión de Estudios del Territorio Nacional y Población, CETENAP, más tarde se convirtió en DETENAL y por último pasó a formar parte del INEGI, en donde su trabajo consistía en hacer mapas de todo México; de esa época recordaba su gusto por la interpretación de fotografías aéreas, y con particular emoción, los viajes en helicóptero en los que él mismo tomaba dichas fotografías, a veces poniendo en riesgo su propia vida.

Equipo de futbol representativo de la ENA, al centro en la fila inferior, Jorge Duch Gar; en la fila superior, tercero de derecha a izquierda, Rogelio Posadas del Río, futuro rector de la UACh.

En 1979, por invitación del rector Rogelio Posadas, vuelve a Chapingo para encargarse de la creación de la Coordinación de Centros Regionales, donde se comenzó a escribir el anteproyecto para el funcionamiento de dichos centros. A partir de entonces, gran parte de su carrera la dedicó a contribuir al desarrollo del Sistema de Centros Regionales Universitarios, y a la configuración de lo que él más adelante denominaría el carácter nacional de la Universidad Autónoma Chapingo.
A partir de entonces durante el casi medio siglo que trabajó en la UACh fue testigo y sobre todo participante activo de muchas de las transformaciones que construyeron esta universidad. Además, durante todo ese tiempo participó en la formación de ingenieros agrónomos de varias especialidades, teniendo la satisfacción de que uno de los últimos grupos a los que le dio clase en el Centro Regional Península de Yucatán le pusiera su nombre a su generación. Esta fue una de las tantas distinciones de las que fue merecedor, siendo muy significativo para él, el que le pusieran su nombre al Edificio Administrativo de la ahora Unidad Regional Universitaria Sur Sureste, en Puyacatengo.
Aparte de ser fundador del Sistema de Centros Regionales Universitarios, participó directamente en la creación de varios de estos centros, particularmente el de Yucatán, dónde vivió y tuvo la oportunidad de escribir sus libros, así como de investigar a fondo la milpa tradicional sobre la cual más tarde hizo su tesis en la Maestría en Desarrollo Rural Regional, misma que primero contribuyó a crear. Sobre su labor en Centros Regionales estaba especialmente satisfecho de haber participado en la fundación de la Revista de Geografía Agrícola y casi al final de su vida en la formulación y gestión del Proyecto de Creación de la Unidad Regional Universitaria Sur Sureste (URUSSE).
Una eterna preocupación por mantener la belleza de Chapingo, su alma mater.

Una eterna preocupación por mantener la belleza de Chapingo, su alma mater.

Fue director del Departamento de Agroecología, y durante su gestión promovió, en colaboración con el grupo de profesores y personal administrativo, el desarrollo de este departamento en diferentes aspectos que van desde lo académico hasta lo laboral y administrativo. Tal vez por su ascendencia catalana, la parte administrativa era fundamental para él, y formaba parte de la visión integral que tenía de la Universidad, lo que, tanto en su paso por la dirección de Agroecología, como en el resto de su quehacer, lo llevaba a otorgarle la misma importancia a asuntos que podrían parecer disímiles como la formulación del programa de estudios de una materia y la instalación del sistema de iluminación de un edificio. Por esa razón su legado abarca también el aspecto administrativo en el que, desde la Dirección del Patronato Universitario, impulsó el ordenamiento de la Unidad de Servicios Habitacionales, conocida como Autoconstrucción, diferentes proyectos productivos, el establecimiento de una sucursal del Banco Santander en las instalaciones de la universidad y el sistema a través del cual es posible supervisar las finanzas de dicho patronato para asegurar la transparencia y eficacia en la utilización de los recursos.
Se podrían decir muchas cosas más de las innumerables aportaciones de mi papá a Chapingo, en diferentes aspectos que como ya mencioné van de lo académico a lo administrativo, e incluyen algunas facetas poco conocidas, paralelas a su carrera, como la de escritor y poeta; sin embargo me parece importante referirme a su preocupación por la preservación de la belleza de la Universidad, particularmente de la calzada, cuya visión, decía, lo impresionó tanto que decidió estudiar ahí; como ejemplo de esta preocupación, promovió a través del artículo “Chapingo: una visión nostálgica de su calzada” publicado en el Tzapinco en 1997, que se retirara el “horrendo y estorboso arriate”, de acuerdo con sus propias palabras, que se había colocado debajo del conocido popularmente por la raza chapinguera como “edificio con patas”. En ese mismo sentido lamentaba profundamente la colocación de bancas de parque a lo largo de dicha calzada que desde su punto de vista, que por cierto comparto, le restan una parte de su singular majestuosidad.

Para concluir solo quisiera agregar que Jorge Duch Gary además de dedicar su vida a la Universidad Autónoma Chapingo fue un amoroso padre de tres hijas que lo recuerdan y extrañan todos los días desde su partida el 21 de mayo de 2022.

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